sábado, 31 de diciembre de 2016

Mensaje de fin de año del presidente Xi Jinping (en inglés)


Xi Jinping, núcleo de la revitalización nacional de China

Xi Jinping en la provincia de Hunan en 2013

BEIJING, 29 de diciembre (Xinhua) -- Una tarde de noviembre de hace tres años, Xi Jinping conoció a una anciana cuando visitaba un humilde pueblo montañoso en la provincia china de Hunan.

Una balada sobre su conversación frente a frente, titulada "No sé cómo debo dirigirme a usted" por una pregunta realizada por la campesina cuando vio a Xi por primera vez, se convirtió en un éxito este año.

Desde que asumió el mando del partido gobernante en China hace cuatro años, Xi ha recibido una serie de nuevos títulos.

Es director de varios "grupos dirigentes" que supervisan terrenos como el desarrollo económico y la defensa nacional. Es comandante en jefe de un recién implantado centro de mando conjunto de combate dependiente de la Comisión Militar Central. Es "Xi Dada" o "Papá Xi" en las redes sociales chinas.

Sin embargo, ninguno de ellos tiene el peso de su último título: el "núcleo" del Partido Comunista de China (PCCh) y su Comité Central.

El apoyo a Xi Jinping, secretario general del Comité Central del PCCh, como líder núcleo en la sexta sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh a finales de octubre fue, tal vez, el evento más llamativo en el calendario político de China en 2016.

En un comunicado emitido después del encuentro de octubre que reunió a los funcionarios del PCCh de alto rango en Beijing, el Partido pidió a todos sus miembros que se "uniesen estrechamente en torno al Comité Central del PCCh con el camarada Xi Jinping como núcleo".

Ser el núcleo no le confiere a Xi ningún poder adicional. Analistas señalan que la nueva posición es clave para que China y el PCCh se mantengan en la senda de desarrollo correcta, y marca un paso hacia un nuevo capítulo en la gran marcha para alcanzar el sueño de la revitalización nacional del pueblo chino.

LA NECESIDAD DE UN NÚCLEO

El PCCh, que cumplió 95 años en 2016, ha sido el único partido gobernante de la Nueva China desde su fundación en 1949.

A lo largo de las casi siete décadas transcurridas desde entonces, el país ha logrado pasar de ser una nación marcada por la agresión extranjera y la guerra civil a convertirse en la segunda mayor economía del mundo y un importante actor en el escenario mundial.

El liderazgo del PCCh demostró ser esencial en esta transformación épica.

Para cualquier país o partido político, tener una figura que actúe como núcleo en el centro de la dirección es de importancia vital tanto para el país como para la gobernación del partido.

Esto es especialmente cierto para China, que cuenta con una población de más de 1.300 millones de personas, y para el PCCh, cuyo número de miembros excede los 88 millones.

Sin un jefe del Partido con autoridad, influyente y experimentado en el mismo núcleo, el país y el PCCh podrían fracasar en la tarea de unificar al pueblo y reunir sabiduría para formular e implementar políticas adecuadas.

Puesto que China entra en la recta final de la construcción de una "sociedad modestamente acomodada", identificar a un líder núcleo es más relevante que nunca.


China se ha comprometido con las "metas de los dos centenarios" para el 100º aniversario del PCCh y el de la República Popular China.

Para 2020, el PIB y la renta per cápita de China deben duplicarse respecto a los niveles de 2010, y se completará la construcción de una sociedad modestamente acomodada. Para mediados de siglo, China debe ser un país socialista moderno que sea "próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado y armonioso".

Al elaborar un plan integral para fomentar el desarrollo socialista completo económico, político, cultural, social y ecológico, Xi está determinado a dirigir a su país hacia el Sueño Chino de la revitalización nacional, en un momento en el que mantener un rápido índice de crecimiento es cada vez más difícil.

Al mismo tiempo, también ha propuesto el diseño estratégico de los "cuatro integrales" y la filosofía del desarrollo innovador, coordinado, ecológico, abierto y compartido como motores del crecimiento.

Hoy en día, China es una de las grandes economías con un crecimiento más rápido del mundo y un principal cuerpo comercial. El país tiene un poderoso ejército de más de 2 millones de miembros y es país que más personal de mantenimiento de la paz internacional aporta entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Con programas inclusivos como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por Xi y puesta en marcha en 2013, y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), China también ha mostrado que está comprometida con la conexión entre regiones y países, al tiempo que se crean oportunidades de desarrollo para todos.

La visión y proyectos del presidente chino hacia un sistema de gobernación global más justo también han ayudado China a crear una imagen abierta, inclusiva y responsable en el escenario internacional.
El pueblo chino nunca ha estado tan cerca de la realización de sus sueños.

En un editorial publicado a finales de octubre, el rotativo que actúa como portavoz de PCCh, el Diario del Pueblo, elogió el estatus de núcleo de Xi y señaló que es de gran importancia para China y el PCCh.

"China y el PCCh ... necesitan un núcleo para el Partido y su Comité Central, a fin de unir el Partido, unificar al pueblo, superar los desafíos y seguir adelante", subraya el artículo.

LA CREACIÓN DEL NÚCLEO

El término "líder núcleo" data de hace solo unas décadas. El difunto líder chino Deng Xiaoping, considerado el arquitecto de la campaña de reforma y apertura de China, acuñó esta expresión a finales de los 80.

Aunque el uso de este término es relativamente nuevo, la práctica de tener un líder núcleo en el PCCh no lo es.

En sus primeros 14 años de existencia, el PCCh no tenía un núcleo en la dirección plenamente maduro. Como resultado, su causa revolucionaria sufrió retrocesos en repetidas ocasiones y hubo un momento en el que el Partido estuvo casi al borde de la disolución.

La Conferencia de Zunyi en 1935, en la que el difunto líder chino Mao Zedong estableció su autoridad dentro del Comité Central del PCCh y en el Ejército, constituye un punto de inflexión. Catorce años después, el PCCh llegó al poder con la fundación de la República Popular China.

Edificio donde se celebró la Conferencia de Zunyi de 1935

Se sabe que el propio Mao, mencionando un viejo cuento del Período de las Primaveras y Otoños (770 a.C. - 476 a.C.) sobre el liderazgo dividido en un Estado con tres gobernantes, subrayó en los años 40: "Tenemos que establecer un núcleo en la dirección".

Por su parte, Deng Xiaoping también señaló la debilidad de una dirección del Partido sin un núcleo. Hizo una célebre declaración en los 80 que afirma que uno no se puede apoyar en una dirección colectiva sin un núcleo.

Según Deng, Mao era el núcleo de la primera generación de dirigentes centrales del PCCh y el propio Deng era el núcleo de la segunda generación.

Después de Deng, Jiang Zemin, que fue secretario general del Comité Central del PCCh desde 1989 hasta 2002, fue el "núcleo" de la tercera generación.

Expertos chinos señalan hoy que el de líder núcleo no es un título que uno se concede a sí mismo y que tampoco el miembro que dirige el Partido es considerado de esta manera automáticamente.

"El estatus de Xi como núcleo en el Comité Central del PCCh y en todo el Partido se estableció a través de su liderazgo en el impulso de las grandes causas del Partido", afirmó Dai Yanjun, subdirector del Departamento de Construcción del Partido de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh.

"La elección de Xi como líder núcleo del PCCh y su Comité Central es la elección de todo el Partido y del pueblo chino, así como de los tiempos", señaló el experto.


Cuando Xi Jinping asumió el poder en 2012, el PCCh ya había logrado un periodo de crecimiento sostenido y rápido más largo que cualquier otro gobierno en la historia humana.

Pero la necesidad de reequilibrar la economía significaba que había que encontrar un nuevo ímpetu para mantener el milagro económico.

Aunque la economía china continuó creciendo a un un ritmo envidiable, la presión a la baja ya iba en aumento y el ritmo se estaba ralentizando. La economía china creció un 6,9 por ciento interanual en 2015, la menor tasa registrada en un cuarto de siglo, lastrada por la recesión en el mercado inmobiliario, la caída en el comercio y una débil actividad industrial.

Al mismo tiempo, la corrupción, la creciente brecha entre la riqueza y la pobreza, y los problemas provocados por un desarrollo desequilibrado también se sumaron a los desafíos a los que China se enfrenta, mientras su campaña de reforma entró en una "zona de aguas profundas".

Para resolver estos problemas, Xi ha prometido una larga lista de "reformas estructurales por el lado de la oferta", que comprenden desactivar la bomba del endeudamiento, reducir la contaminación y eliminar gradualmente las instalaciones industriales obsoletas.

También ha puesto en marcha la campaña anticorrupción más exhaustiva en décadas, dando más poder a la agencia disciplinaria del Partido para perseguir la corrupción, y se ha esforzado por mejorar la capacidad del Partido para gobernar el país.

"Mucho de lo que Xi ha hecho hasta ahora era inalcanzable en el pasado," dijo Yan Shuhan, experto jefe en estudios marxistas de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh.

"En cierto sentido, el respaldo a Xi como líder núcleo en la VI sesión plenaria es solo un reconocimiento formal de una realidad", afirmó.

En su intervención en el 95º aniversario de la fundación del PCCh en julio en Beijing, Xi dijo que últimos 60 años han demostrado que el Partido ha logrado "buenos resultados en el examen de la historia".

Pero la prueba todavía no ha terminado, advirtió.

China está en medio de una lucha ardua y a largo plazo para transformar su economía, limpiar el Partido y racionalizar el Ejército, indicó Yan.

"El país está más cerca de su meta de la gran revitalización que en cualquier punto de la historia", añadió y apuntó que identificar a Xi como núcleo responde a los intereses fundamentales de la nación.

De sus palabras se hizo eco Ruan Zongze, vicepresidente ejecutivo del Instituto de Estudios Internacionales de China, quien señaló que el nuevo título de Xi pretende reforzar el empuje de China en las medidas de reforma.

"Esto no solo beneficiará a China, sino también al mundo", destacó.

China introducirá impuesto ambiental

Beijing (Prensa Latina).— Con la aprobación de leyes sobre medicina tradicional china, impuestos ambientales y de una reforma piloto del sistema de supervisión, concluyó ayer la sesión bimestral de la máxima legislatura del gigante asiático, resalta la prensa local.

El Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), finiquitó su segunda cita anual, en la cual congresistas de esta nación revisaron y sancionaron documentos y otras instrucciones generales, reportó la agencia Xinhua.

Los asambleístas decidieron remitir el borrador de Cláusulas Generales de la Ley Civil a la quinta sesión de la XII APN, cuya sesión se efectuará el 5 de marzo del próximo año. Las cláusulas son el primer paso para el establecimiento de un código civil.

De la misma forma adoptaron una nueva ordenanza para cobrar un impuesto a quienes contaminen, en particular a la industria pesada, y una nueva ley sobre la mejora de los servicios culturales y sobre la promoción de la medicina tradicional china, refiere PL.

También se ratificó un tratado de asistencia en justicia penal entre China y Malasia.

Conjuntamente, durante la sesión bimestral se discutieron designaciones y destituciones y se realizó una ceremonia de toma de juramento a los funcionarios recién nombrados.

martes, 27 de diciembre de 2016

Sobre la democracia deliberativa en China

Asamblea deliberativa en el municipio de Zeguo, condado de Wenling,  provincia de Zhejiang

Por Alexandre García

En la carta abierta a Teresa Rodríguez[1], había dicho que China es el país donde más se vota en el mundo. Me gustaría matizar esta afirmación. En primer lugar, ¿de dónde había sacado esta afirmación? De un artículo de Marc Vandepitte (analista del Partido del Trabajo de Bélgica) del año 2012 sobre el XVIII Congreso del PCCh. En el mencionado artículo, que analizaba el informe al Congreso de Hu Jintao, Vandepitte decía lo siguiente, 

"El informe preconiza una mayor democracia. Efectivamente, es notorio que China es el país donde se vota más frecuentemente. También hay que saber que estas elecciones sólo afectan al nivel local (ciudad, barrio)."[2]

Esta afirmación es correcta. Pero la manera con la que fue plasmada en mi artículo puede prestar a confusión porque, como bien dice Vandepitte, esto concernía a China a los niveles de aldea o barrio, y no a los niveles provincial o nacional. Lo cual tiene mucha menor relevancia a escala nacional que, por ejemplo, los repetidos procesos democráticos realizados en un país como Venezuela en los últimos 17 años.

Esta información dada por Vandepitte había sido extraída de un artículo del diario The Guardian del 19 de enero de 2011, titulado China's tentative steps towards democracy, en el cual se decían cosas realmente interesantes, que han sido la motivación del presente artículo.

El artículo hacía referencia a un discurso de Hu Jintao pronunciado en Hong Kong acerca de la necesidad de "celebrar elecciones democráticas de acuerdo con la ley" y "proteger el derecho del pueblo a saber, participar, expresarse y supervisar". Por su parte, el ex-primer ministro Wen Jiabao afirmaba que era perentoria una reforma del sistema político, para no echar a perder los logros de las reformas económicas.

Después, el artículo daba la siguiente información:  

"...cuando se habla de democracia representativa en China, muchos sinólogos siguen contestando: "no se asusten". Pero la idea no parece ser tan descabellada como creen los más cínicos. Por ejemplo, la mayoría de los occidentales se sorprenderían al saber que China ya tiene más elecciones que cualquier otra nación del mundo. En virtud de la Ley Orgánica de los Comités de Aldea, la cuasi totalidad del aproximadamente millón de aldeas de China (el hogar de unos 600 millones de votantes) celebran elecciones cada tres años para los comités locales de las aldeas."

Primera observación. Siendo justos, lo que dije en la carta abierta a Teresa Rodríguez tampoco era muy descabellado, teniendo en cuenta que China es con diferencia el país más poblado del mundo. Con lo cual, numéricamente hablando, es el país donde más se vota en el mundo. Pero decir esto sería emplear el mismo tipo de argumento que emplean aquellos que se rasgan las vestiduras por el número de millonarios en China. Por lo tanto, no voy a incidir mucho en este dato. 

Segunda observación. Es interesante ver que, a nivel de aldea, en China se vota más frecuentemente que en la mayoría de países de democracia "liberal". Un fenómeno que en 2011 ya estaba adquiriendo un carácter cada vez más participativo: según indicaba el profesor Robert Benewick de la Universidad de Sussex, las elecciones locales en China se estaban volviendo más competitivas, con una mayor presencia de candidatos independientes (entiéndase: no miembros del Partido Comunista) y un uso cada vez más frecuente del voto secreto.

En un momento en el que la izquierda occidental muestra un gran interés por los presupuestos participativos como herramientas de democracia directa, estaría en su propio interés dejar de escupir sobre China y el PCCh por "capitalistas" y se fijara más en su ejemplo. El dato que ofrece el economista Yao Yang a este respecto es muy ilustrativo: según un estudio realizado en 40 aldeas sobre un periodo de 16 años, se ha notado que la introducción de elecciones había permitido incrementar el gasto público en un 20%, mientras que los "gastos de administración" (eufemismo para referirse a la corrupción) se habían reducido en un 18%.

El primer ministro Wen Jiabao dijo en 2011 que las elecciones a nivel de aldea podrían extenderse al siguiente nivel administrativo de la compleja estructura territorial de China, a saber el nivel de "pueblo" (镇). No sabemos hasta qué punto esto se habrá cumplido, pero podemos pensar que, en lo que respecta a otras cuestiones (elecciones, participación democrática, voto secreto), la tendencia ha evolucionado de forma positiva.

Según una encuesta del año 2005, en 2004 se habían celebrado en China un total de 453.000 asambleas deliberativas denominadas kentan --que, literalmente, significan "hablar de corazón a corazón"-- a nivel de aldea. Entre 1996 y 2000, en Wenling, ciudad-condado de casi 1 millón de residentes, se hicieron más de 1.190 de asambleas deliberativas y consultativas a nivel de aldea, 190 se hicieron a nivel de ciudad-condado y otras 150 en organizaciones gubernamentales, colegios y empresas de propiedad estatal. Muchas de estas asambleas trataron de temas como el suministro de agua, la recogida de basura, las instalaciones en los colegios, los salarios de los trabajadores migrantes, los contratos sobre la tierra, etc. En las discusiones, se invitó a familias afectadas por algunas de estas políticas a dialogar directamente con las autoridades o a elegir un comité para trabajar con el gobierno con el fin de encontrar una solución.

Durante los años 90, había habido muy poca participación ciudadana en Wenling. El gobierno organizaba debates de dos a tres horas, y los ciudadanos se preguntaban por qué debían gastar tanto tiempo en no hacer nada. Al final, no se presentaban a las reuniones. Por ello el gobierno local tomó una decisión: unos funcionarios pasarían alrededor de 20 minutos después de cada foro para hablar de las cuestiones planteadas, y entonces anunciarían inmediatamente las iniciativas que llevarían a cabo. Desde entonces la gente ha estado mucho más satisfecha y han participado más activamente en las asambleas.

El artículo de The Guardian también hablaba de otros experimentos interesantes, como el que se realizó en la aldea de Zeguo, una subdivisión de la ciudad-condado de Wenling. Emulando la democracia deliberativa practicada en los town meeting[3] de Nueva Inglaterra en EE.UU., se hizo participar a una muestra representativa de ciudadanos, equipándolos con ordenadores portátiles con conexión a internet y mandos a distancia para votar, de manera a deliberar sobre la gestión del presupuesto de la aldea. Este proceso, iniciado en los años 90 al nivel de aldea, se amplió al nivel de municipio en los años 2000.

Según He Baogang, de la Universidad de Deakin, Australia, quien asesoró los experimentos de democracia deliberativa como el de Zeguo, estas consultas permiten que la gente tenga voz para políticas concretas, haciendo que el gobierno tenga que rendir más cuentas al pueblo. El Consejo de Estado, que supervisa a los gobiernos locales de China, publicó un documento oficial que estipulada que, en las deliberaciones sobre la gobernación de China, se debían presentar los pros y los contras de cada política gubernamental. Si el gobierno no adopta una política u opinión particular, debe presentar todas las razones por las cuales no lo hizo y apoyar su explicación en datos.

¿Cómo son elegidos los participantes en las asambleas? En Zeguo, son elegidos al azar entre 280 personas. En otros lugares se pide a la gente que presenten solicitudes. Si el gobierno local recibe demasiadas solicitudes, entonces los seleccionará él mismo. Sin embargo, esto es percibido como un intento de manipular las asambleas, y a veces suscita problemas. Por ejemplo, el gobierno de la municipalidad de Beijing organizó un foro público para discutir sobre cuestiones que afectaban a los taxistas, pero los taxistas se negaron a reconocer la legitimidad de este proceso. Entonces, el gobierno de Beijing se vio obligado a organizar otro encuentro, esta vez usando el proceso de selección al azar.

Debido al éxito de experiencias de este tipo, el gobierno chino ha implementado gradualmente la "democracia deliberativa" para interactuar con los ciudadanos por medio de canales oficiales. Estas discusiones adoptan la forma de audiencias públicas, buzones de sugerencias online y cuestionarios largos a los ciudadanos.

Ya se han dado casos de deliberaciones a escala nacional. La reciente reforma del sistema sanitario, que contó con una amplia participación popular, es un ejemplo de ello. La gente envió sugerencias, y el gobierno implementó las reformas varios años después. Ahora, cada nueva ley aprobada implica una consulta pública. En los últimos años, el gobierno se ha esforzado en facilitar medios para enviar sugerencias online a través de internet. Aunque, como dice He Baogang, los funcionarios del gobierno no dan abasto para atender a todas las sugerencias enviadas.

El XVIII Congreso del PCCh hizo de la democracia deliberativa un asunto de máxima importancia para el país. Lo cierto es existe en ello una cierta continuidad con la vieja tradición china. Durante 2.000 años, la China imperial había puesto en práctica sofisticados mecanismos deliberativos estableciendo oficinas para emitir quejas por todo el país. Otro ejemplo es la tradición de "línea de masas" del PCCh, por la cual el gobierno consulta al pueblo. Estas dos prácticas, aunadas con el concepto occidental de democracia deliberativa, es lo que ha dado lugar a la democracia deliberativa de la China actual.

El artículo reportaba la voluntad del Partido Comunista de promover la democracia interna en el seno del partido, informando que ya se habían celebrado elecciones competitivas para diversos puestos del partido en los niveles inferiores del partido, en las que las listas para los congresos provinciales y nacionales del partido mostraban entre un 15% y 30% más candidatos que puestos.

En un partido que en aquel entonces tenía 82 millones de militantes (hoy tiene más de 86 millones), esto tenía mucho potencial. Con este tipo de elecciones internas, las distintas líneas ideológicas en el seno del partido podían desdibujarse más claramente. Los cambios rápidos que se han sucedido en China en estas últimas décadas han dado lugar a una batalla de ideas, que enfrenta a las costas y la ciudades con la China del interior, y a los ricos contra los pobres. Según los expertos, las elecciones internas son cada vez más vistas por los chinos como una manera sana de airear estas diferencias.

Finalmente, el artículo señalaba que es poco probable que el sistema democrático de China se adapte al modelo occidental. Algunos sinólogos como el canadiense Daniel Bell, de la Universidad Tsinghua de Beijing, señalaban la visión de algunos intelectuales chinos como Jiang Qing que se reclaman del "confucianismo de izquierdas", que defienden unas reformas institucionales para que la estabilidad a largo plazo de China y la legitimidad de las instituciones políticas se asienten en las tradiciones chinas. En aras de ello, los "confucianistas de izquierda" proponen un sistema legislativo tricameral en el cual, por una parte, estaría una Cámara del Pueblo, elegida democráticamente, que representaría los intereses de la gente común. Por otra, estaría una cámara de legisladores elegidos en base a sus méritos y competencias, llamada Cámara de Personas Ejemplares, que velaría por el bien de todos aquellos afectados por la política del gobierno. Finalmente estaría una Cámara de la Continuidad Cultural que se ocuparía de preservar las religiones y tradiciones de China. Según los "confucianistas de izquierda", este sistema tricameral aseguraría que las decisiones estén tomadas por representantes más preparados, en lugar de caer en el rancio populismo de camarillas que existe en los países occidentales.

Mediante esta combinación de sistema tricameral y métodos de democracia deliberativa con visos a asegurar una mejor separación de los poderes y una mayor responsabilidad de los mandatarios, el sinólogo Daniel Bell afirma que China se dirigía hacia "un modelo político que funciona mejor que las democracias occidentales".

La legimitidad del PCCh dependerá de en qué medida podrá ser responsable, en cierto grado, ante las demandas de los ciudadanos. Pero en el presente momento, puede que sea China quien tenga que dar consejos sobre democracia a los EE.UU. y no al revés.

[1] http://manosfueradechina.blogspot.fr/2015/12/carta-abierta-teresa-rodriguez_10.html
[2] Marc Vandepitte, Le congrès du PC chinois, évènement principal de 2012, 18 de diciembre de 2012.
[3] "Gobierno asambleario" (town meeting): sistema de gobierno en EE.UU. que consiste en la reunión de la población  de una comunidad, habitualmente de pequeño tamaño (del ámbito de un municipio) y en el entorno rural (reunión rural), para la toma de decisiones conjuntas mediante el método asambleario.

Fuentes:

- The Guardian, China's tentative steps towards democracy, 19 de abril de 2011.
- Rebecca Liao, China's experiment with democracy, Huffington Post, 27 de mayo de 2014.
- Daniel Bell, What's left of confucianism?, 21 de julio de 2008.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Tambores de guerra comercial entre China y Occidente


LA VANGUARDIA.—¿Es China una economía de mercado? La pregunta parece teórica. Pero la respuesta tiene repercusiones enormes. Hace 15 años, el país asiático entró a formar parte de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el estatus de “economía no de mercado”. En aquella época estaba en transición desde el modelo comunista. Así que se pactó que quince años después se revisaría su condición. El plazo caducó hace una semana.

Pero ni la UE ni EE.UU. tienen intención de cambiar su visión, porque cualquier cambio tiene consecuencias económicas de gran magnitud. En efecto, durante este periodo de transición las dos potencias occidentales han podido aplicar medidas antidumping a ciertos productos procedentes de China. Esto ha sido posible precisamente porque, al no ser una economía de mercado, la base para calcular si China vendía sus productos a un precio excesivamente bajo tenía en cuenta los niveles en países terceros. En la práctica, con ese sistema tanto la UE como EE.UU. han podido proteger su industria nacional al encarecer los bienes procedentes de China, aplicando recargas tarifarias.


Sin embargo, el cuadro puede cambiar radicalmente si China consigue convencer la OMC, en la demanda que acaba de presentar ante este organismo, de que es “una economía de mercado” a todos los efectos. Los europeos y los norteamericanos se quedarían sin defensas comerciales en el caso de que se aceptara la tesis de Pekín.

La batalla es jurídica, porque los chinos creen que el reconocimiento de su renovado estatus capitalista debería ser automático. Algo que los occidentales se niegan a reconocer. “Para mí China busca un pretexto. Su economía es todavía dirigida y centralizada y los precios no fluctúan libremente”, sostiene a este diario un exfuncionario de la OMC. Un informe del Parlamento Europeo añade que “en China las empresas no están sujetas a revisiones contables independientes y hay que garantizar la certeza del derecho concursal y de propiedad”.

Un estudio de hace un año del Economic Policy Institute de EE.UU. ha calculado que si China cambiara de estatus, sus exportaciones a Europa, sin el filtro de las medidas antidumping, podrían aumentar hasta un 30%. Una ola amarilla en toda regla que, según estas fuentes, costaría a la industria europea entre 1,7 y 3,5 millones de puestos de trabajo, ya que muchas empresas del Viejo Continente no conseguirían competir. El impacto económico representaría hasta el 2% del PIB europeo. “El reconocimiento de China como economía de mercado tendría un impacto desastroso para el sector del acero, el papel, la cerámica y los recambios de automóviles. El país cuenta con un amplio abanico de industrias subvencionadas y manipula su divisa para vender a precios descontados”, sostiene el estudio. Por ejemplo, en los primeros 11 meses de este año se han lanzado 41 investigaciones en 16 países sobre el acero importado de China (un 24% más respecto al año pasado), con la acusación de vender por debajo del coste.

La mecha está encendida, cuando las relaciones entre China y Trump no pasan por sus mejores momentos. Hace tan sólo una semana, el Departamento de Comercio de EE.UU. anunció una investigación sobre las importaciones chinas de maderas contra-chapadas (lo que podría forzar a aplicar aranceles del 114%), y la semana pasada se impusieron tarifas aduaneras en lavadoras chinas.

Las medidas de represalia, en todo caso, deberán adoptarse con cautela. Desde el 2015, China invierte más en Estados Unidos que al revés, hasta los 15.000 millones de dólares. “No prevemos una guerra comercial entre Estados Unidos y China en el escenario base”, decía Zhiwei Zhang, economista del Deutsche Bank. “Pero como han demostrado los recientes acontecimientos, también debemos pensar en escenarios impensables”.

Una transición larga y difícil hacia el mercado

En 15 años, desde su entrada en la OMC, el volumen de las importaciones y exportaciones chinas se ha multiplicado por ocho y su contribución en el crecimiento del PIB mundial ha subido al 25%. ¿Es suficiente para llegar a la conclusión de que China ha dejado atrás el modelo comunista para convertirse en una economía de mercado consolidada? En el 2014, hace sólo dos años, el presidente Xi Jinping dijo: “Los casos de corrupción y colusiones están aumentando. El abuso de la autoridad sobre el personal, también. El intercambio de poder por poder, poder por dinero y poder por sexo es frecuente. Los oficiales del Gobierno y hombres de negocio actúan en colusión, como entrelazados”.

http://www.lavanguardia.com/economia/20161219/412718896912/china-cambio-estatus-organizacion-mundial-del-comercio-economia-mercado.html

viernes, 16 de diciembre de 2016

China tomará modelo en Pontevedra para hacer ciudades sin coches


BEIJING, 16 de diciembre (Xinhuanet) -- Hay pocos indicadores del fulgurante desarrollo económico de China tan evidentes como el aumento del número de coches. De ser un país de escasas infraestructuras viarias, el gigante asiático pasó en pocos años a reunir un parque móvil tan extenso que ha forzado al gobierno a tomar medidas regulatorias para evitar atascos y limitar la contaminación en las grandes ciudades. Una posible alternativa llega ahora a China de la mano de una pequeña ciudad del noroeste de España: sacar los coches de la ciudad.

Pontevedra está en la comunidad de Galicia, en la costa atlántica, cerca de la frontera con Portugal. Desde 1999 ha ido restringiendo paulatinamente el acceso de los vehículos al casco urbano. Hoy en día solo pueden pasar para servicios puntuales y para aparcar. Las calles son ahora de los vecinos, que se mueven a pie y en bicicleta. Los accidentes se han reducido un 70%. Los niños pueden ir solos al colegio.

Aunque comerciantes y vecinos mostraron ciertos recelos al principio -había un temor a que la falta de coches perjudicase a los comercios-, la población ha acabado por asumir el modelo, que en los últimos años acumula premios en su país y en el extranjero, de Dubai a China, donde la semana pasada el gobierno local recibió el reconocimiento de los Euro-China Green & Smart City Awards, que se entregaron en la ciudad de Shenzhen, situada en la provincia de Guandong.

Tanto bombo provocó que el modelo de la pequeña urbe gallega (tiene menos de 100.000 habitantes) llamase la atención de la empresa de Beijing China Fortune Land Development (CFLD), un gigante del desarrollo inmobiliario que quiere aplicar una de las directrices que el gobierno chino anunció el pasado verano: construir en tres años 1.000 ciudades por todo el país con características distintivas y especial foco en la calidad de vida.

Así que la empresa aprovechó la visita del alcalde de Pontevedra para invitarlo a Beijing a explicar in situ el secreto del éxito, que la ha llevado a ser uno de los pocos municipios de la comunidad, muy afectada por la crisis económica, cuya población no disminuye. “Había señoras a las que le parecía mal que los niños jugasen a la pelota, porque alguna vez recibió un balonazo. Le dije que los balonazos no matan, pero los coches sí”, rememoró. Todo con una idea básica en la cabeza: “Queríamos hacer una ciudad para las personas”.

“Lo que más me sorprendió fue que el alcalde tuviese esta idea y pudiese ejecutarla”, explicó a Xinhua tras el encuentro el director del Instituto de Desarrollo Urbano de CFLD, Li Yufeng, que espera poder aplicar el ejemplo gallego a sus nuevos proyectos. “Las directrices del gobierno pasan por la idea de relacionar las características locales de cada pueblo con su desarrollo económico y cultural. Es un proceso importante para la urbanización de China”, considera.

CFLD planea construir o reformar 40 de estos pueblos o pequeñas ciudades en las áreas circundantes de grandes ciudades con potencia económica como Beijing y Shanghai, a lo largo del río Yangtsé y en la provincia meridional de Guangdong.

La empresa cotiza en la bolsa de Shanghái y su pujanza la ha llevado a participar en proyectos urbanísticos internacionales en países como India o Egipto, o a crear ciudades enfocadas a sectores específicos, como la Nueva Ciudad Industrial de Gu’an, edificada al sur de Beijing y enfocada en el sector de la alta tecnología. Ahora planea ampliar la colaboración con Pontevedra a través de actividades formativas y visitas.

Queda por ver si la población china estará dispuesta a prescindir de los coches que hasta hace no tantos años estaban fuera de su alcance. ¿Podremos ver ciudades sin coches en el futuro?”. Para Li no hay duda: “Sí”, asegura, y ya anticipa posibles hermanamientos entre las nuevas ciudades y otras de Europa que, como Pontevedra, sirvan de inspiración para mejorar el día a día de los ciudadanos.

Pontevedra, Galicia.

martes, 13 de diciembre de 2016

Trump cuestiona la política estadounidense sobre Taiwán


EL PAIS—Si hay un asunto que China considera intocable es Taiwán, la isla que mantiene relaciones diplomáticas con 22 países y que Pekín considera parte inalienable de su territorio. Donald Trump ya lo ha tocado dos veces en 10 días. El domingo amenazó con no respetar la política de Una Sola China —el reconocimiento diplomático de Pekín y no de Taipéi— a menos que China haga concesiones en áreas como el comercio. El Gobierno chino ha respondido con una seria advertencia: si Trump alterara esa posición, las relaciones bilaterales correrían peligro.

El principio de Una Sola China es “un asunto fundamental” para Pekín y la base sine qua non para mantener relaciones con otros países, recalcó ayer el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang. Si se viera “perjudicado o puesto en peligro, no habría posibilidad de un crecimiento sólido y continuado de las relaciones China-EE UU, ni de cooperación bilateral en áreas importantes”. “Instamos a la Administración estadounidense entrante y a sus líderes a reconocer la importancia de este asunto, y a gestionarlo de manera sensata para no perjudicar las relaciones bilaterales”, insistió.

El consejero de Estado Yang Jieqi —el principal responsable de la política exterior china, por encima del ministro Wang Yi— se reunió recientemente con el próximo secretario de Seguridad Nacional, el general retirado Michael Flynn, y otros representantes del equipo de transición de Trump, reveló ayer Geng. La reunión tuvo lugar en una parada de Yang en tránsito hacia Latinoamérica. “Intercambiaron puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y otros asuntos importantes que preocupan a ambas partes”.

La aceptación de la política de Una China por parte de Washington fue fundamental para el restablecimiento de relaciones entre Washington y Pekín en 1972. Ambos países normalizaron por completo sus lazos en 1978, y en 1979 EE UU rompía su relación diplomática con Taipéi. Desde entonces, y aunque EE UU mantiene relaciones informales con Taiwán y le suministra armamento, tanto las Administraciones republicanas como las demócratas han observado ese principio.


Trump ha declarado que no se siente obligado a continuar respetándolo. “No veo por qué tenemos que estar vinculados a la política de Una China a menos que lleguemos a un acuerdo con Pekín en el que entren otras cosas, incluido el comercio”, subrayó en una entrevista con Fox News.
La cuestión taiwanesa

Trump ya sembró el nerviosismo en el Gobierno chino al aceptar una llamada de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el primer diálogo directo conocido entre líderes de ambas partes desde 1979. Entonces, la respuesta de Pekín fue relativamente moderada, y optó por culpar de la conversación a un “truquito” de Taiwán y la inexperiencia del presidente electo.

Como ocurre con la mayoría de posiciones del presidente electo, no está claro hasta qué punto esta es improvisada u obedece a un plan estratégico. Trump se enorgullece de ser imprevisible y de usar este rasgo como una táctica política.

En la campaña, el entonces candidato ya hizo de China uno de sus argumentos. Acusaba al gigante asiático de devaluar la moneda y cargaba contra las empresas de EE UU que trasladaban allí su producción. Su aproximación a la Rusia de Vladímir Putin puede interpretarse en esta clave: si en los años setenta Richard Nixon normalizó las relaciones con China para contrarrestar a la Unión Soviética, ahora Trump podría hacer lo contrario.

Trump también se ha declarado admirado por la habilidad política de los líderes chinos en contraste con la supuesta torpeza de los estadounidenses. Llegó a amagar con quitar la protección militar a los socios de Washington en Asia como Japón, lo que dejaría el campo libre al expansionismo chino. Y apostó por la retirada del Acuerdo Comercial del Pacífico (TPP), que incluía a EE UU y una decena de países de la región y excluía a China.

La reacción de los medios oficiales chinos, transmisores de la posición de su Gobierno, ha sido en esta ocasión muy agresiva. Si Trump fuera a abandonar la política de Una Sola China, Pekín “no tendría por qué anteponer la paz a la fuerza para recuperar Taiwán”, decía el diario Global Times, de corte nacionalista y propiedad del Diario del Pueblo. La retirada de EE UU del acuerdo del Pacífico también abunda en las posiciones expansionistas de Pekín. El Pentágono veía en este acuerdo una herramienta clave en el giro estratégico de EE UU hacia la región.

domingo, 11 de diciembre de 2016

Xi Jinping pide que se fortalezca la formación ideológica en las universidades


BEIJING, 8 de diciembre (Xinhua) -- El presidente chino, Xi Jinping, ha dicho que la preparación ideológica en las universidades ha de integrarse en todo el proceso educativo y pidió un firme liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) en la educación superior.

Xi, también secretario general del Comité Central del PCCh y presidente de la Comisión Militar Central, hizo esta petición durante una reunión de dos días de duración sobre el trabajo ideológico y político en las universidades y centros de educación superior de China, evento que concluyó hoy.

Miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh, incluyendo a Liu Yunshan, Wang Qishan y Zhang Gaoli, asistieron a la reunión junto con otros altos funcionarios y funcionarios de educación.

Como la educación superior es un factor clave del potencial de desarrollo del país, es urgente que China mejore la calidad de su educación superior, indicó Xi.

La historia, cultura y condiciones nacionales de China han dictado la vía de desarrollo de la educación superior y las universidades representada por el socialismo con características china, según Xi.

Como la educación superior asume la principal responsabilidad en la formación de sucesores de la causa socialista, debe apegarse a la orientación política correcta, dijo Xi, quien añadió que sólo cultivando talento de primera clase las universidades pueden convertirse en instituciones de clase mundial.

Mejorar la capacidad de cultivar talento es la labor fundamental de la educación superior y debe ser el centro de atención, indicó Xi.

"Las instituciones de educación superior de China están bajo el liderazgo del PCCh y son colegios socialistas con características chinas, por lo que la educación superior debe ser guiada por el marxismo y las políticas del Partido se deben implementar plenamente", dijo Xi.

El presidente pidió redoblar los esfuerzos de enseñanza de la teoría marxista para ayudar a los estudiantes a sentar las bases ideológicas de su vida.

La labor ideológica y política se trata en esencia de trabajar en los individuos, dijo Xi. El trabajo debe enfocarse en los estudiantes, debe cuidarlos, atenderlos y ayudarles a mejorar su calidad ideológica, su conciencia política, sus características morales y su calidad humanística para permitir el desarrollo de sus capacidades y de su integridad, indicó Xi.

"Se debe alentar a los estudiantes a integrar sus propios ideales y sueños con la causa de la nación", dijo Xi, quien exhortó a los colegios a educar a sus estudiantes para ser pioneros audaces que "traduzcan sus ideas en acciones concretas".

Xi enfatizó que las universidades deben aprovechar plenamente la enseñanza en el salón de clases, deben reforzar la enseñanza de la teoría política e ideológica a través de reformas para hacer más atractiva la educación política e ideológica.

Xi pidió a los profesores que difundan "la ideología y cultura avanzadas" y que sean "firmes simpatizantes de la gobernanza del Partido", de modo que puedan orientar mejor a los estudiantes en su crecimiento.

El apego al liderazgo del Partido es esencial para el desarrollo de la educación superior en el país, dijo Xi, quien pidió esfuerzos para garantizar un firme liderazgo del Partido en el terreno y para "convertir los colegios en bastiones de apego a la dirigencia del partido".

Las autoridades partidistas deben incrementar su contacto con los intelectuales y los colegios, deben trabar amistad con ellos y deben escuchar sinceramente sus opiniones, dijo Xi.

Xi enfatizó la importancia de la dirigencia de los comités escolares del Partido y les pidió reforzar la construcción de organizaciones partidistas en las bases y mejorar su capacidad de trabajo ideológico y político.

Además de elogiar las aportaciones hechas por el personal universitario involucrado en labor política e ideológica, el presidente pidió más esfuerzos para fomentar funcionarios y profesores calificados para los colegios.

Liu Yunshan dijo que los comentarios de Xi son directrices sobre la labor ideológica y política de los colegios bajo las circunstancias actuales y exhortó a las autoridades a actuar como corresponde.

Liu también pidió a las autoridades darse cuenta de la importancia de mejorar la labor ideológica y política y de defender el liderazgo del Partido entre los colegas.