martes, 2 de enero de 2018

Observatorio económico: Repaso anual del comportamiento económico de China


BEIJING, 20 dic (Xinhua) - Si China fuera una corporación gigante, habría impresionado al público con sus estelares resultados anuales en 2017.

Al tiempo que mantuvo un crecimiento estable, el país mejoró la calidad de los activos, redujo los riesgos asociados a la deuda y generó nuevos motores de crecimiento para un crecimiento sostenible a largo plazo.

Mientras los legisladores debaten sobre la agenda económica para 2018 en la Conferencia Central de Trabajo Económico anual que se inauguró el lunes, una vista retrospectiva a los logros de China en 2017 dará una idea de hacia dónde podría dirigirse la economía del país.

CRECIMIENTO ESTABLE

El PIB de China se expandió un 6,9 por ciento interanual en los primeros tres trimestres, por encima de la meta del gobierno, que se sitúa en alrededor del 6,5 por ciento anual.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de revisar al alza su pronóstico por cuarta vez este año, hasta el 6,8 por ciento para 2017 y el 6,5 para 2018.

"Pese a la presión de la reforma estructural, China ha logrado mantener un crecimiento medio-alto con pocas fluctuaciones. Eso fue algo excepcional no solo en el mundo sino también en la propia historia del desarrollo de China", dijo Pan Jiancheng, del Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

El crecimiento se logró con la ayuda de una política monetaria prudente y neutral, así como una política fiscal más proactiva y efectiva, según lo determinado por la reunión de trabajo económico del año pasado.

En lugar de ajustar las tipos de interés o los coeficientes de reservas obligatorias, el banco central de China fue confiando cada vez más este año para la gestión de la liquidez en operaciones de mercado abierto.

El fuerte impulso económico ayudó a que los flujos de capitales transfronterizos se volvieran más estables y equilibrados, lo que contribuyó a una recuperación gradual de las reservas de divisas, que aumentaron por décimo mes consecutivo, a 3,1193 billones de dólares al cabo de noviembre.

PROGRESO ESTRUCTURAL

Apenas tres minutos tras el comienzo del Día de los Solteros de China, el 11 de noviembre, las ventas de Tmall, un sitio de compras en línea propiedad de Alibaba, alcanzaron los 10.000 millones de yuanes (alrededor de 1.500 millones de dólares).

El entusiasmo del consumidor hacia el carnaval de compras pone de relieve cómo China está realizando la transición a una economía impulsada por el consumo desde el foco previo en la inversión.

El jefe de economistas de UBS China, Wang Tao, estimó que el consumo crecerá a una tasa anual del siete por ciento, al menos en los próximos dos años, gracias al aumento de los ingresos y las demandas de unos elevados estándares de vida.

Para satisfacer la demanda, el país considerado la fábrica del mundo está renovando la mercancía que pone en los estantes. La producción de bienes de consumo de bajo valor añadido está siendo reemplazada gradualmente por la fabricación de alta gama, y los pedidos de teléfonos inteligentes desde China representan una cuarta parte del total mundial.

"El 'Hecho en China' ya no significa 'barato'. Los ferrocarriles de alta velocidad, la energía nuclear y los productos electrónicos de China están logrando avances en las industrias de media y alta categoría a nivel global", dijo Chen Dongqi, economista de la Academia de Investigación Macroeconómica.

Al igual que con la fabricación de alta tecnología, que registró un rápido crecimiento, China también avanzó en la eliminación del exceso de capacidad, una de las principales tareas de la actual reforma estructural enfocada en la oferta.

El país ha cumplido sus planes de recortar la capacidad de producción de acero en alrededor de 50 millones de toneladas y la de carbón en al menos 150 millones de toneladas este año, según el BNE.

CONTROL DE RIESGOS

Tal vez uno de los logros más notables de China en 2017 no sea la tasa de crecimiento per se, sino alcanzarla en medio de una estricta reforma regulatoria destinada a contener los riesgos.

Los líderes de China hicieron de la estabilidad financiera una de sus principales prioridades este año, y han logrado avances notables en su intento de detener a algunos de los principales "rinocerontes grises", generalmente entidades de banca paralela, que suponen una amenaza significativa para la economía.

Las autoridades han reforzado su control sobre las actividades interbancarias y los productos de gestión patrimonial (PGP) extracontables y aprobaron o ampliaron las restricciones sobre la compra de viviendas para controlar las burbujas inmobiliarias.

Esta campaña tuvo la consecuencia de que el crecimiento de los PGP se desacelerase notablemente en comparación con hace un año, mientras que la fiebre por la compra de viviendas también se calmó en las ciudades de primer nivel, donde los precios de las viviendas nuevas y de segunda mano registraron en octubre una desaceleración interanual por 13º mes consecutivo.

Mientras tanto, China también está tratando de mantener un balance más saludable, rebajando el apalancamiento al reducir la deuda. El gobierno estableció límites máximos de endeudamento para los gobiernos locales e introdujo un programa de canje de deudas por bonos.

De acuerdo con la agencia de calificación global Moody's, el desempeño económico y fiscal de los gobiernos locales chinos se mantuvo estable en los primeros tres trimestres de 2017 y se alcanzarán las metas para todo el año.

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